San Jorge y el Dragón
Es este un espectáculo en el que se mezclan la leyenda de San Jorge y un espectáculo de correfuegos. El día de San Jorge se  celebra desde hace mucho tiempo según una antigua tradición en el pueblo de  San Esteban de Nogales. Pero es en  los últimos años cuando se recupera la historia de San Jorge y el Dragón, una  gesta épica de cómo el santo salva a su pueblo y a la doncella de las fauces del  dragón.
Nuestra representación  arranca con los "dragoneros",  esbirros sumisos al dragón, que irrumpen en el pueblo en busca de una doncella  para que sea entregada en sacrificio. El humo y el ruido de tracas y petardos  inunda calles y plazas. Al llegar al castillo del rey, se detienen y exigen a la  hija de este para que sea llevada por el dragón. El  Rey, impotente, no puede hacer nada por evitarlo si quiere que  su pueblo siga con vida.           Llega entonces un momento especialmente  emotivo en el que la hija es colocada en el carro del sacrificio por dos  guardias del rey mientras este observa todo sin poder hacer nada. Ante la  llegada del dragón todo estalla en fiesta entre los dragoneros que comienzan a  quemar todo aquello que encuentran con sus chispas y su fuego.  
Comienza aquí el pasacalles hacia las afueras del pueblo donde el  dragón tiene previsto devorar a la doncella. Es este un pasacalles de fuego, luz  y música en el que se invita al pueblo a participar de las chispas y el  baile.  Al llegar a las afueras alguien se acerca con paso firme,  con armadura y una gran espada, es San Jorge, que ha oído el clamor de su pueblo  y baja a liberarlo.  San Jorge se enfrenta al dragón en una dura  lucha en la que al final consigue someter al dragón, liberando a la doncella y  liberando a los dragoneros de la esclavitud y el hechizo al que estaban  sometidos por el dragón.
Al final todos juntos celebran la  victoria, dragoneros, doncella, rey, guardias, San Jorge y todo el pueblo y regresan al pueblo entre bailes y fuegos  artificiales. 
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